Motivación sexual
¿Una batalla entre cultura y naturaleza?
En
una pequeña isla, Inis Beag, próxima a las costas de
Irlanda, sus residentes no creen que las mujeres puedan experimentar
orgasmo alguno.
En
dicha isla, las mujeres que se atreven a buscar placer en una relación
sexual se consideran mujeres pervertidas.
La
relación sexual en Inis Beag tiene como único objetico
para la población femenina del lugar el concebir hijos y satisfacer
los deseos carnales de sus esposos.
Estas
mujeres tampoco tienen que preocuparse porque sus maridos las acosen
muchas veces ya que los hombres de Inis Beag creen, erróneamente,
que el sexo les quita su fortaleza.
Los
hombres en Inis Beag siguiendo el concepto local de masculinidad eyaculan
tan rápido como es posible y se echan a dormir.
Sin embargo
en la isla polinesia de Mangaia, en el Pacifico, las adolescentes son
enseñadas desde muy jóvenes por sus madres a practicar
distintas técnicas de masturbación.
Las mujeres
de la isla de Mangaia alcanzan el orgasmo varias veces antes de que
lo alcance su pareja y los hombres jóvenes compiten entre sí
para ver quién es más eficaz obteniendo múltiples
orgasmos en su pareja.
Los residentes
de las islas de Inis Beag y Mangaia tienen características anatómicas
y sistemas endocrinos similares pero muy diferente actitud hacia el
sexo.
La motivación
sexual puede ser algo natural, pero esta función natural está
fuertemente influenciada por creencias religiosas, creencias morales,
tradiciones culturales, folklore y superstición.
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