Mentiras que nos decimos a nosotros mismos.
Marzo
2012 | Boletin
Mensual de Salud
Como
el engaño lleva al autoengaño
Según
el legendario teórico evolucionista Robert Trivers, un gen
egoísta dicta que debemos maximizar nuestro éxito reproductivo
a través de la habilidad y el engaño.
Sin
embargo la teoría de juegos muestra que si uno es consciente
de que el contrario usa también una estrategia similar nos comportamos
entonces de manera honesta y transparente con el objetivo de que el
contrario baje la guardia y sea presa de nuestro engaño.
Si
el contrario anticipa tal cambio de estrategia tratara de utilizar el
mismo truco, lo que conlleva tratar de estar atento al engaño
del contrario y al de uno mismo.
Todo
ello crea un comportamiento de engaño y de detención del
engaño.
Trivers
identifica tres atributos de la mentira: nerviosísimo, control
y carga cognitiva.
El
nerviosismo se origina debido a las consecuencias negativas de ser cogidos
en la mentira.
El
control es una respuesta a la preocupación de aparecer mentirosos,
tratando de suprimir el comportamiento.
La
carga cognitiva se produce porque mentir requiere esfuerzo intelectual.
Para
mentir uno debe de suprimir la verdad y construir una falsedad que sea
aceptable y convincente.
Todo
esto hace muy difícil engañar a muchos y engañarlos
muchas veces, al menos que se cree el autoengaño.
Si
uno se cree las mentiras es muy probable que no se den pistas de que
se está mintiendo, creando el sistema de engaño y detención
el engaño un autoengaño.
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