No solo no coma mucha sal sino trate de comer poca.
Según
un estudio, mediante simulación informática, del New
England Journal of Medicine, el impacto de reducir la ingestión
de sal sería similar a estrategias de prevención tales
como dejar de fumar, reducir el colesterol o bajar de peso, a la hora
de evitar miles de infartos de miocardio, derrames cerebrales y muertes.
Según
los investigadores el 75 % de la ingesta dietética de
sal viene de comer alimentos procesados.
Cada día
hay más investigación médica sugiriendo que la
reducción de la ingesta de sal puede ser eficaz contra la presión
sanguínea y las enfermedades cardiovasculares, sin embargo el
Instituto de la Sal en América, un grupo formado por los fabricantes
de sal del país indican que existen pocos datos que relacionen
la ingestión de sal con enfermedades. Su director, Mr. Satin
no cree que reducir la sal de la dieta produzca importantes beneficios
para la salud.
El estudio
del New England Journal of Medicine asumía que bajar 3 gramos
al día el consumo de sal reducía la presión
arterial sistólica (el valor mayor de la medición) entre
3.6 y 5.6 milímetros de mercurio (mmHg) y un gramo la reduciría
entre 1.2 y 1.9 milímetros.
Tal modesta
reducción esta asociada con un significante descenso del riesgo
de ataque al corazón y derrame cerebral.
El estudio
indica que bajar la ingesta de sal 3 gramos al día reduciría
en un tercio el nuevo caos de enfermedades del corazón.
1500
miligramos de sodio, componente clave de la sal equivalen a 3.8
gramos de sal.
Según
el presidente de la Asociación American del Corazón, Mr.
Yancy, no solo mucha sal es mala para la salud, sino que reducir su
consumo puede evitar enfermedades.
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